La
albaceteña Tina Olivares nos concede unos minutos para dialogar sobre su
película, el Festival de Málaga y la situación del cine en la actualidad.
Diplomada en Estudios Empresariales por la Universidad de
Murcia. Obtiene su primer trabajo audiovisual en Nueva York en 1994, como
auxiliar de producción en The love lesson, de Sharon Greytak. A su
vuelta a Madrid, trabaja como ayudante de producción de cine desde 1995 hasta
2000. Ahora se mete de lleno escribiendo y dirigiendo su primer filme: Esperando septiembre.
De nuevo un largometraje
autofinanciando, ¿Es el futuro del cine, observando la que está cayendo en el
sector?
Es el futuro, el presente y el pasado. Almodóvar empezó autofinanciándose,
Spike Lee, Tarantino,… no hay nada nuevo en esto.
Lo que sí es novedoso es que una película se pueda hacer entre tan
pocas personas. El rodaje de “Esperando Septiembre” lo hemos hecho tres
personas de equipo técnico. Ni una más ni una menos. Eso sí que es una
bomba.
En este aspecto, el gran avance del siglo XXI es hacer que el cineasta
pueda ser como el pintor o el escultor, un artista en contacto inmediato con su
obra.
“El dinero llegará porque el universo constela para ti. Estate tranquilo
y sé paciente contigo mismo. Deja que tu historia nazca. No tengas prisa.
Estate atento y escucha muy bien lo que te dicen. No te defiendas. Sólo
escucha. Apúntalo. Luego, a solas en tu casa, lo piensas y finalmente haces lo
que te dé la gana que para eso es tu puta película”.
¿Eso es lo que deben hacer
los directores noveles para sacar adelante sus proyectos? ¿A qué más tienen que enfrentarse?
Los directores de cine noveles tienen, sobre todo, que creer en ellos
mismos y en su historia. El recorrido de producción de un largometraje es tan
largo y tortuoso que, o tienen una fe ciega en lo que están haciendo, o no
lograrán terminarlo. En mi caso: tres
años caminando y esperando Septiembres varios.
En la mochila yo metería dos cosas: Una. La escucha. Se aprende
muchísimo escuchando las críticas si son bien intencionadas. Escuchar y callar
la réplica interior que se rebela es todo un ejercicio de sabiduría. Y dos: conectar con uno mismo. ¿Parece contradictorio, verdad? No lo es. Lo resume esa frase: “Primero escucha y cuando estés a solas haz lo
que realmente quieras hacer”. Cuando creamos una pieza artística trabajamos
para los demás y los demás nos darán su opinión. Es una consecuencia innata al
hecho de crear. Pero también hacemos arte para escucharnos a nosotros mismos. Esta
faceta la debe tener presente el joven director de manera constante, porque la
fuerza para continuar la va a sacar de ahí.
No sé si estoy siendo muy críptica o espiritual, pero así es como ha
funcionado para mí.
¿Qué es más complicado en el
cine, la producción o la distribución?
¿Podremos ver la película en salas de cine comerciales algún día?
“Esperando Septiembre” se
estrena en salas después del Festival de Málaga. Creo, de hecho, que bien
prontito.
Y respecto a lo más
complicado… déjame pensar… la producción es algo que controlas o puedes
controlar, es un proceso muy cohesionado con la historia que se cuenta. Es
decir, se produce una historia y la historia es la que pide más o menos trabajo
para materializarse, o necesita más o menos dinero. La mayoría de los problemas
se reducen a tener contactos o tener billetes. Y por lo demás, ser un poquito
organizado.
Pero la distribución… es
otra cosa. Primero, ni el director ni el productor tienen el control. A veces,
ni el mismo distribuidor. Hasta dónde yo sé, una buena estrategia de
distribución puede irse a pique si te retrasas en estrenar unas semanas más
tarde de lo que pretendías. Se va todo al carajo. Otras veces, los aciertos son
producto del azar… No sé,… Es un negocio que se parece más a una timba de póker
que a algo concienzudamente meditado.
Creo que lo más difícil de
todo es encontrar un buen distribuidor en el que confiar.
Esperando septiembre es el
título elegido para su primera obra, menos mal que los malagueños no tendrán
que esperar tanto puesto que el próximo miércoles 25 y jueves 26 se proyectará
en el Festival. ¿Pero qué tiene septiembre de especial para Tina Olivares?
Es una metáfora. Septiembre es el mes en el que todo va a ir bien.
En Agosto, cuando estás pasando calor en Madrid, sin trabajo, sin
dinero para irte a ningún lado, anhelas que llegue Septiembre porque piensas
que todo va a empezar a funcionar. Comienza el curso, las ofertas de trabajo,
vuelve la gente, bajan las temperaturas,... En el infierno paralizante de
Agosto te crees que en Septiembre te van a pasar cosas nuevas y mejores. Luego
curiosamente llega Septiembre y no pasa nada de nada, porque realmente las
cosas se empiezan a mover en Octubre. Pero bueno… esa es otra historia.
Así que esperar Septiembre es como esperar el momento en que todo va a
marchar mejor de una manera natural. Es
como esperar a que acabe la crisis para movilizarte y hacer cosas. … Ya ves que
no soy de esperas.
Cuando se instaló en Madrid, ¿llegó a ser vendedora de almanaques?
¿Vendedora de almanaques? Creo que sí, en algún momento, pero lo que
yo fui en verdad fue vendedora de empanadas. Trabajé para una empresa gallega
que hacía empanadas de todos los sabores, de chipirones, de mejillones, de
callos, de cosas rarísimas… estaban bien ricas y yo las vendía en los mercados
en unos puestitos portátiles al lado de las charcuterías con las que teníamos
concertados unos porcentajes.
Era muy buena vendiendo empanadas. Tal vez vuelva.
¿Qué van a encontrarse los
espectadores que se acerquen hasta Málaga para ver Esperando septiembre?
Mira, lo mejor que me han dicho al acabar de ver la película es: “no
son personajes, son personas”. Van a ver una película muy humana, en la que
pasan cosas inesperadas todo el tiempo, con un guion de una calidad
inmejorable, que van a seguir con una sonrisa en los labios todo el metraje y
saldrán contentos y divertidos y preguntándose cómo estos chicos con tan poco
presupuesto han conseguido hacer una película tan bonita.
Los personajes de su película
deben de guardar un secreto muy importante. ¿Sabría guardar un secreto así su
directora?
Yo soy una bocas… pffff…
¿Rodar en Madrid por los meses
de verano y en exteriores, tiene lo suyo, no? Por cierto, ¿qué Madrid ha
querido enseñarnos?
El Madrid que yo he conocido en 16 años de vida allí. Es un Madrid muy
luminoso, fotogénico, abierto y colorista, con rincones muy simpáticos. Hemos
rodado en Lavapiés, en La Latina, en el parque de la Caja Mágica, en la Gran
Vía,… Los que hayan vivido en Madrid, la van a añorar…
Contar con Fele Martínez para la
primera película debe ser todo un privilegio…
Fele es un cielo como persona y un actor extraordinario. En la
película está fenomenal y sale muy guapo, con mucho sex appeal. A los
seguidores de Fele les va a encantar verle en Esperando Septiembre.
Y por supuesto que ha sido un privilegio, pero a la hora de trabajar,
la verdad es que ha sido exactamente igual que trabajar con el resto del
elenco. Con concentración y sin florituras. Fele es un actor con muchas tablas
que ofrece su talento con generosidad y confianza. Me he sentido muy a gusto
con él y creo que él también conmigo.
También ha podido contar con la
actriz bilbaína Natalia Erice, que ha ganado por esta cinta la Mención Especial
en el Festival Ciudad de Tudela y el premio a mejor actriz en el Festival de
Castilla-La Mancha (donde también ganó a Mejor Película). Debe estar realmente
bien en el filme…
Ojalá la vean en esta película productores o directores que puedan
hacer que su trayectoria como actriz continúe de manera inmediata. Natalia Erice
es una joya.
He leído por ahí la forma en
que elaboraste el guion junto a los actores, y es realmente interesante. ¿Nos
la podría comentar?
Bueno, creo que lo de “no son personajes, son personas” se debe
precisamente a la forma de trabajar que tuvimos. Los actores diseñaron sus
personajes. Era como un juego de rol. Yo le dije al actor “elige quién quieres
ser que yo te diré las adversidades que se te van a presentar”. Tuve reuniones con cada uno de ellos y en
esas citas me hablaban de lo que querían, a veces traían ideas sueltas que en
la conversación se concretaban, o poesías o cosas que les movían y que querían
ver reflejadas pero no sabían cómo. Fue hasta terapéutico. Yo cogí todas las
notas y poco a poco elaboré la escaleta. En el momento del rodaje, cada uno de
ellos tenía completamente integrado a su personaje, porque de hecho, lo habían
parido.
De la banda sonora tampoco
puede tener quejas (Jenny & The Mexicats, Muchachito Bombo Infierno,
Telephunken, Nolasco, Alpargata Sound System…).
Y no olvides el fantástico tema central de la película “Waiting for
September” compuesto por Vera Domínguez, líder de His Haircut.
¿Le gusta el Festival de Málaga?
¿Había venido en alguna otra ocasión? Supongo que está contenta por concursar
en él.
Es mi primera vez. Estoy muy ilusionada. Sé que me lo voy a pasar
bien. Voy a pasar toda la semana en Málaga y pienso verme los trabajos de todo
el mundo. Lo que más me asusta es cuando acabe. Volver a mi vida normal va a
ser un shock.
¿Cuáles son los futuros
proyectos de Tina Olivares?
Un largometraje policíaco llamado “Abrazando a un mortal”. El título lo
saqué de una cita de Epicteto que nos aconseja que veamos las cosas tal como
son en verdad: …“Recuerda, cuando abraces a tu hijo, a tu marido, a tu esposa,
que estás abrazando a un mortal.”
Ha sido un
verdadero placer poder charlar con usted. Muchas gracias y que tenga toda la suerte
en Málaga y en su trayectoria cinematográfica.
Muchas
gracias a ti también. Ha sido un placer.
Málaga Festival de Cine
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